La vida nos regala momentos que quedan grabados para siempre, y esta salida al río Quinchilca, en la comuna de Los Lagos – Chile, fue uno de ellos. La ocasión era especial: aprovecharía la 6° versión del Master de Parejas no solo para hacer pesca en el río Quinchilca, sino también para reunirme con viejos amigos, con mi querido club FlyChile y conocer nuevas personas en un entorno que prometía ser inolvidable.
Mi Viaje a lo Desconocido
El miércoles por la noche partí rumbo a Los Lagos, un viaje largo, lleno de emociones, expectativas y una pizca de incertidumbre. Nunca había conocido en persona a Lalo, el anfitrión del FlyChile Lodge. Sin embargo, esa mezcla de curiosidad, nervios y ganas de vivir algo nuevo me llenaba de entusiasmo. Saber que me esperaba un hogar lleno de historias por descubrir y personas por conocer me hizo olvidar cualquier incertidumbre.. Llegué a las 7:00 AM y me encontré con Redondo, un amigo cercano de Lalo. En el corto trayecto de 20 minutos hacia la casa, la conversación fluyó con tanta naturalidad que parecía que nos conocíamos de toda la vida.
Al llegar, el lugar superó mis expectativas. La casa de Lalo está ubicada a escasos 200 metros del río Quinchilca, rodeada de una naturaleza que quita el aliento: árboles nativos, el murmullo del agua y el canto de los chucaos. La bienvenida fue de una calidez que no esperaba, con Lalo, su señora Andréa y algunos amigos que ya estaban listos para la acción. En pocos minutos, todos estábamos disfrazados de pescadores, listos para enfrentar el río y crear recuerdos imborrables.
Una Mañana de Ninfas, Soles Olvidados y pesca en el río Quinchilca
El jueves fue espectacular. El clima estaba nublado, perfecto para la pesca, aunque mi optimismo me jugó una mala pasada: olvidé el bloqueador solar y terminé con unas quemaduras en el cuello y las manos que me recordaron que la naturaleza no perdona. Pero nada de eso opacó la experiencia. La pesca fue un festival: truchas gordas y vigorosas se sucedían en cada lance, aunque los smolts de salmón a veces complicaban llegar a las más grandes. La mañana estuvo dedicada a ninfas y perdigones, mientras que por la tarde, las moscas secas tomaron el protagonismo.
Cada pique era una explosión de emoción, una chispa que encendía ese vínculo indescriptible entre el pescador y la naturaleza. Sentí la lucha incansable de truchas hermosas al otro lado de mi línea, como si el río mismo me estuviera poniendo a prueba. Aunque ninguna de esas grandes llegó a mis manos, cada lance se transformó en una experiencia intensa, cada intento en un momento único lleno de latidos acelerados y conexión pura con el río y su esencia vibrante. Nunca olvidaré a esa trucha que me llevó a recorrer gran parte del río, desafiándome en cada giro y escape, hasta que finalmente se soltó justo al alcance del chinguillo. Pero eso no fue derrota; fue una lección, un instante de respeto mutuo. Cada captura que logré fue un pequeño milagro, un regalo que me recordó que en la pesca, como en la vida, el verdadero tesoro está en las emociones vividas, no solo en los resultados. Disfruté cada segundo, rodeado por la magia única del río Quinchilca, que parecía hablarme en el idioma del agua, el viento y la vida misma.
Ella es Linda… nos acompañó y cuidó durante cada salida de pesca que hicimos…
Celebraciones que Dejan Huella
El viernes llegó el resto del grupo, y con ellos, un ambiente de fiesta. Entre pesca, rayuela y hasta golf improvisado, las risas y la camaradería llenaron el día. La noche del sábado estuvo dedicada a Andreas, celebrando su cumpleaños con un cordero al palo que estuvo más de tres horas cocinándose al fuego. Chan y Cheo, con su maestría, nos regalaron un banquete digno de recordar.
6° versión del Master de Parejas – pesca en el río Quinchilca
El campeonato se desarrolló el sábado y domingo, y fue maravilloso ver a todo el grupo compenetrado en un objetivo común. Aunque mi domingo estuvo marcado por una gripe que me dejó fuera de acción, cada instante que viví antes de caer enfermo fue inolvidable.
Reflexiones y Agradecimientos
Ahora, de vuelta en Santiago y tras superar la fiebre, solo puedo agradecer desde el corazón. A Lalo y Andréa, quiero decirles que su generosidad y calidez no tienen igual. Abrir las puertas de su hogar, entregarme su confianza y cuidarnos como si fuéramos parte de su familia es algo que nunca olvidaré. Me hicieron sentir en casa, y eso es un regalo que atesoraré siempre.
A Chan y Cheo, quienes no solo prepararon uno de los mejores corderos al palo que he comido, sino que también compartieron su amistad y sus risas. Hoy los siento como amigos cercanos, y espero que el destino nos vuelva a reunir.
A Nata, Adán, Loncho y Elías, mis nuevos compañeros de pesca, gracias por las charlas, la camaradería y por hacer de cada lance una experiencia compartida.
Y por supuesto, a mis amigos de FlyChile, mi tribu de pesca. Cada salida con ustedes es un recordatorio de lo afortunado que soy de tenerlos en mi vida. Su pasión, compañerismo y alegría son contagiosos. Ya estoy contando los días para nuestra próxima aventura.
Gracias a todos ustedes, esta salida de pesca en el río Quinchilca no fue solo una aventura; fue un regalo para el alma. Les dejo algunas imágenes más de esta experiencia única y, como siempre, espero sus comentarios y recuerdos. ¡Buena pesca y hasta pronto!
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Por último, y muy importante!!!
Si quieren vivir una experiencia inolvidable en un lugar verdaderamente mágico, no duden en contactar a Lalo. Su hospitalidad es incomparable: ofrece alojamiento en su acogedora casa y, si lo solicitan, deliciosas comidas caseras preparadas con dedicación. Lalo también organiza emocionantes bajadas por el río, jornadas de pesca desde la orilla en los alrededores de su hogar, y excursiones a otros destinos fascinantes de la región. Además, se puede encargar del transporte desde y hacia el aeropuerto o terminal de buses, asegurándose de que cada detalle de tu aventura sea perfecto. No solo es un gran anfitrión, sino también un apasionado de la pesca y la naturaleza que convierte cada visita a su hogar en una experiencia única.
 | Lalo’s Lodge Las Huellas – Comuna de Los Lagos Región de los Ríos – Chile +56 9 5647 1427 |
Un abrazo a todos!!
Toto
