Pesca de Truchas en Rancagua

¿Existe pesca de truchas en la Región de O’Higgins? La respuesta es un rotundo sí. La pesca de truchas en Rancagua es posible gracias a la cuenca del río Cachapoal, que recorre gran parte de esta región y no solo alberga truchas en sus aguas, sino también otras especies como pejerreyes y carpas que hacen de la pesca una experiencia tan diversa como entretenida.

El fin de semana recién pasado salimos en busca de estas joyas acuáticas en un viaje que tuvo de todo: paisajes impresionantes, buena pesca, risas, aprendizaje y esa sensación especial que queda en el cuerpo al final de un gran día al aire libre.

Diría que esta es una de las mejores épocas para practicar pesca de truchas en Rancagua. Los deshielos ya terminaron, las temperaturas han bajado y eso hace que el río arrastre menos sedimento. Aunque aún no está completamente cristalino, ese tono lechoso ayuda a ocultarnos un poco más de las truchas al acercarnos, haciendo la pesca mucho más productiva.

Salimos muy temprano desde Santiago, con la esperanza de estar en el río justo al amanecer. Luego de un entretenido viaje por caminos de tierra —donde solo un 4×4 se atreve a ir— llegamos a nuestro destino. El día estaba perfecto: frío matinal, cielo despejado y ese leve tono amarillo en la vegetación que marca la entrada del otoño.

Con los equipos armados y un plan improvisado (“ustedes van río abajo, nosotros río arriba… vamos con las radios por si acaso”), comenzamos la jornada. Me sorprendió la cantidad de personas pescando en la zona. Pero bastó caminar unos metros por el cauce para estar solo, lanzar mi primera mosca… ¡y tener mi primera captura! Una pequeña pero aguerrida trucha fario que me regaló una linda pelea antes de volver al agua.

La pesca estuvo buenísima durante toda la jornada. Hubo variedad, cantidad y momentos que me hicieron recordar por qué amo tanto este deporte. Incluso logré un doblete… hacía bastante tiempo que no me ocurría algo así. Dos truchas al mismo tiempo, cada una peleando con energía en la misma línea. Esa tensión de tener ambas conectadas y el temor constante a que un movimiento en falso soltara una de ellas… ¡inolvidable!

Mía y Angus (el perro de Fer, y la mía) lo pasaron increíble: corrieron, nadaron, persiguieron truchas, se revolcaron entre los arbustos… lo hicieron todo. Jajaja.

Ya en la tarde, decidí probar suerte con un tándem de mosca seca y ninfa. Y fue un verdadero espectáculo. Ver cómo las truchas emergían con decisión para atacar la mosca seca, a veces recorriendo más de un metro desde su escondite… fue pura adrenalina. Más de una cayó engañada por mis mejores montajes.

Fue un día espectacular. De esos que uno atesora. Pesca, naturaleza, historias compartidas, aprendizajes nuevos y la alegría sencilla de estar al aire libre entre amigos.

Gracias chicos por esta linda experiencia. Ojalá se repita pronto, porque ya queda muy poquito de temporada

PD: para la próxima si llevan las radios, please… jajajaja… para el resto, ya imaginan lo que paso..jajaja

Les dejo un corto con algunas de las capturas de este lindo día…

Un abrazo a todos!!

Toto


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Toto®

Hola... mi nombre es Rodrigo, me dicen Toto desde hace mucho y practico la pesca desde los 3 años, pero cuando conocí la pesca con mosca, me enamoré de ella. Me encanta enseñar lo que he aprendido y traspasar fronteras para que otros como yo sigan este lindo camino... Un abrazo y buena pesca...

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