Hola amigos… Hoy les quiero contar de una linda salida que realicé el fin de semana a uno de los afluentes de la hermosa cuenca del Cachapoal junto a don Mauro y don Hector 🙂
El viaje comenzó muy temprano, antes del amanecer, y a eso de las 8:00 ya estábamos en nuestro destino armando los equipos y preparando el día… Ahí nos esperaba un maravilloso curso de agua, lleno de vida y con mucha corriente…
Me llamó la atención la cantidad de alimento existente en el agua. Bajo las piedras abundaban ninfas de efémeras de todos los tamaños, así como también enormes cased caddis, free-living caddis de color verde brillante y unas preciosas ninfas de plecópteras en tonos verdes y cafés claros.
Todo auguraba una excelente estadía en este hermoso lugar.
La pesca comenzó lentamente… muy lentamente… tanto así que en las primeras 4 horas solo habíamos logrado algunos piques malogrados y una sola captura. El encargado de ella fue mi amigo Hector…
No tengo registro de la primera captura, pero a la falta de esa también es buena la segunda 🙂
A esa hora, el hambre ya había comenzado a hacer lo suyo por lo que ya era momento de detenerse y admirar el entorno. El cajón es impresionante!! los colores, las estructuras de sus cumbres, la imponencia de la montaña…. todo me hizo pensar la fuerza increíble que debió levantarlas y colocarlas ahí…
Y bueno, luego de un reponedor descanso, a seguir caminando para ver si podíamos cambiar la suerte…
Un poco más arriba nos encontramos con un grupo de 4 pescadores que al vernos se retiró rápidamente del río… pronto nos daríamos cuenta de sus posibles razones. Lamentablemente no tengo registro de ello porque yo no me percaté, pero según Mauro y Hector, en la orilla habían tripas y agallas de al menos 15 truchas de todos los tamaños… como iban adelante de nosotros, eso podía explicar en parte la poca actividad que habíamos tenido en nuestro camino. Coincidentemente, luego de sobrepasar ese lugar, la pesca se compuso un poco y don Mauro rápidamente se puso las pilas con su primera captura.
Mientras tanto, en un pequeño Eddie a la orilla de una caída de agua, yo lograba mi primera tomada en serio. Lamentablemente mi clavada fue muy ineficiente y luego de una corrida la mosca se soltó y me quedé con las ganas de fotografiarla. 🙁
Luego de ello, y al poco andar, don Mauro se anotó con la captura más linda del día…
Poco más allá, yo repetía el numerito… trucha pinchada, red en la mano, cámara también y lista para inmortalizar el acercamiento y paff, trucha arrancada. Tuchas 2 -Toto 0 🙁
En ese mismo instante don Hector tomaba su segunda trucha 🙂
… y eso fue todo… al final mis dos compañeros de río capturaron truchitas, y yo me quedé con 4 piques, dos clavadas y cero foto 🙁 … a veces es bueno perder para aumentar las ganas de regresar muy pronto 🙂
Finalmente, realizamos un entretenido trekking hasta el auto y de vuelta a la realidad, aunque llenos de emociones y lindos momentos que atesorar y recordar.
Muchas gracias a mis amigos y compañeros de río… como es costumbre fue todo un agrado compartir esta salida con ustedes. Ojalá tengamos una réplica muy pronto en alguno de los destinos de la cuenca del Cachapoal 🙂
Un abrazo a todos y espero les guste esta pequeña nota
Toto
Un comentario en “En el camino del Cachapoal – Reporte fotográfico”